A pesar del dolor infligido hasta las profundidades del alma,
Aplastado por los acontecimientos y los avatares de la vida,
Desde lo más hondo de mi corazón me niego a abandonar y permanecer en el suelo.
Puede que me llamen iluso, puede que me llamen loco y no esté cuerdo,
Con la incertidumbre, los miedos y las sombras de la duda por compañeros.
Sin importar cuantas veces me caiga o me tiren,
Mirare al frente, me levantaré y seguiré caminando en busca de mi sueño.
Podrán despojarme de todo, menos de mi libertad interior y de mi espíritu.
Puedo perder mis bienes, pero jamás me podrán arrebatar mi patrimonio,
Que son mi honor, mi dignidad y mis sueños, mi verdadero Tesoro".
Javier Iriondo " Donde los sueños te lleven"